Reflexión sobre un antiguo cuento japonés
Intrigadas y fascinadas por la llama de una lámpara que ardía a la puerta de un templo tres libélulas se reunieron para discutir acerca de que era realmente el misterio del fuego, así que cada noche platicaban como era este, no convencidas por la sola y ciega atracción decidieron investigar mas de cerca y así la primer libélula se aproximó a la flama hasta que el calor comenzó a hacerle daño... volvió con su grupo que le miraba a prudente distancia para ser recibida con la gran pregunta “has descubierto realmente “que es el fuego?”...a lo que ella respondió: “es agradable al principio, pero después duele... y como no quiero sufrir no seguí más adelante y me conformo con saber solo eso...” a lo que la segunda libélula pensó: “mi compañera ha estado cerca... pero pienso que “eso” no es realmente el fuego...”; por lo que decidió repetir la aventura... así que en carne propia conoció esta vez el acogedor calorcito que invitaba a más mientras se hacia más intenso, embriagada por la luz se armo de un valor nacido en el orgullo y siguió adelante hasta que su frágil cuerpo rozó la naranja flor quemándole un ala... herida volvió con sus compañeras que admiradas reconocieron y admiraron su valor; más la tercer libélula que no era tan práctica como la primera ni tan orgullosa como la segunda pensó ahora para sí: “aunque ha tocado la flama mi hermana no ha conseguido descubrir realmente de que se trata “el verdadero fuego”... debo saberlo... iré mas allá...” dejó atrás vanidades y voló sin pensar hasta el candil y repitió la experiencia que conocía de oídas... sintió placer... sintió dolor... pero su corazón ardía mas que mil flamas juntas, por lo que lo abrió para que salieran de él miedos y dudas... cerró ojos y mente y siguió adelante guiada por la fe hasta que las transparentes alas fueron lamidas y todo su cuerpo se confundió con la tan amada tea... y ardió en si misma... así pues la tercer libélula conoció por fin la esencia del fuego, desentraño su misterio y comulgo con él, ella misma se volvió calor y lumbre; las otra dos miraron impresionadas al escuchar el tsss y dijeron,,,, ella si sabe lo que es el fuego pero nunca lo va ha poder contar;
“mientras la tarde se me llueve en nostalgias”...
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